?Como detectar el Sectarismo en la Iglesia Catolica?

JUL
23

¿Cómo detectar el sectarismo dentro de la Iglesia?

por Juan Bosch
Extraído del libro “Para conocer las sectas”
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No se trata aquí de enumerar —con nombres y apellidos— a los grupos de tendencia sectaria de dentro de la Iglesia católica. Sólo aquellos que se han desgajado de ella, abandonándola, constituyen realmente «sectas» de origen católico. Pero no cabe duda de la existencia de movimientos con «espíritu sectario» dentro de la Iglesia, y que el pueblo cristiano intuye porque ha descubierto en ellos los rasgos y las características que con tanta facilidad atribuimos siempre a los demás que están fuera de la Iglesia.
— Hay sectarismo cuando un grupo determinado dentro de la Iglesia se considera «el camino», atribuyéndose todos los valores del evangelio, absolutizando los propios métodos y menospreciando las demás espiritualidades como formas inadecuadas para construir verdaderos y auténticos cristianos.
— Hay sectarismo cuando en un grupo se exalta de tal manera la figura del dirigente o de la persona investida de autoridad suprema —sea el catequista, el presbítero, el obispo, el papa—, que lógicamente se pide y exige la sumisión total, la obediencia ciega y la dejación de los propios criterios. Cuando el súbdito en cada intervención pública, en cualquier discurso emplea el argumento de «autoridad» citando una y mil veces al líder como prueba irrefutable de obediencia y reiterada sumisión. En realidad, ello es signo evidente de servilismo sectario.
La influencia destructiva del sectarismo en la Iglesia
— Hay sectarismo cuando un grupo determinado es de tal manera celoso de su propia autonomía que el amor lógico a la propia institución se envuelve en misterioso secreto; cuando difícilmente se puede saber a ciencia cierta quiénes son sus miembros, cuáles sus leyes y constituciones, la naturaleza de sus métodos, pasos y proceso de integración; cuando no hay acceso directo al líder —arropado, siempre, en un hálito cuasi divino e inaccesible—, y cuando sus actuaciones, economía, literatura interna no tienen transparencia porque pertenecen al mundo exclusivo de los «iniciados».
— Hay sectarismo cuando la autoridad eclesial se ha convertido en autoritarismo apagando por métodos expeditivos y sin diálogo cualquier intento de expresión discordante, toda corriente de opinión, cualquier tipo de crítica interna, así como el intento de diálogo esclarecedor para defenderse de acusaciones veladas o expresas.
— Hay sectarismo cuando ciertos temas teológicos —sean de moral o de dogma— se dictaminan como intocables; cuando el planteamiento mismo de cuestiones que están en la boca de todos: el sacerdocio de la mujer, la reformulación del tema de la «infalibilidad papal», el centralismo creciente de la curia romana en detrimento de las Iglesias locales, el celibato de los sacerdotes… son considerados como desobediencia a la Iglesia, y sus protagonistas invitados a «guardar silencio» o a permanecer en el ostracismo.
— Hay sectarismo cuando algún movimiento, sin romper con la Iglesia, en realidad ya no guarda comunión efectiva con la misma a través del diálogo, de la cooperación diocesana o interdiocesana, y se recluye en «sus asuntos», en «su parcela», sin referencias a los demás.
— Procede con estilo sectario la institución o colectivo que acoge, mima, se desvive por un posible candidato; pero cuando se han desvanecido las esperanzas de integrarle en la institución, o lo abandona si estaba ya integrado en ella, se desentiende de él, lo margina o toma represalias por sus testimonios contrarios a la institución.
Nadie podría negar que estas actitudes están presentes, más o menos, en todas las Iglesias, incluida la católica. Y que están muy lejos del espíritu del evangelio, que juzga a la Iglesia y le invita al arrepentimiento, a la conversión, al cambio de actitud.
Por eso, desde la Iglesia difícilmente se podrá acusar a los «otros» de sectarismo sin hacer al mismo tiempo un acto de humilde confesión. Las actitudes sectarias de algunos grupos y Nuevos Movimientos Religiosos recordarán también a ella el peligro del sectarismo.
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Extraído del libro “Para conocer las sectas”, de Juan Bosch. Editorial Verbo Divino, Navarra, 1993, pg. 230 y 231.

One thought on “?Como detectar el Sectarismo en la Iglesia Catolica?”

  1. This is a good analysis. However there are aspects of the teaching of the Church which are settled and not up for discussion. Besides the creed and the major dogmas defined by councils and popes over the centuries, there are others which are settled and so discussion of them is rather futile. One of them is the matter of ordination of women, clearly settled by Pope John Vatican I, but it is very restricted, and the whole matter is completed by Vatican II, which completed what Vatican I had begun. Of course, one could hold the opinion that there was not need to define it it Vatican I, a position held by no less a figure than Cardinal Newman. One could also hold that the other recent papal definitions of the Immaculate Conception and Assumption were not necessary, these teachings were not questioned and not in need of a definition. Not everything that is to be held by Catholics is defined, and some teachings are infallibly proposed by the ordinary magisterium, according to Vatican II. Of course the sectarian groups tend to fall into the defect of maximizing what is actually defined and lacking necessary nuances, especially in the case of papal infallibility. It is also useful to discuss issues which are clearly thought in order to understand them better and get a clearer idea of their importance, as not all doctrine has the same “weight”. Some are “de fide”, or require assent of faith and other. This distinction is made in the profession of faith which anyone who is appointed to an office in the Church has to take, such as Bishops, pastors and professors.

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